ensayando un hola, una perífrasis de este bló

Ha sido este disparate pergeñado un jueves 4 de octubre de un año 2007.
Falta poco para el cambio de paradigmas y el eclecticismo y la destrucción de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Qué ansiedad y qué recelo y cuánto miedo-alegría.

El disparador: una escopetita verde, je. Son "los" disparadores!, personajes-inflexiones: amigos, mentores, volcanes endógenos, desconocidos, escritores, mujeres y la gran coyuntura mundial , papá (yo soy de los que fluyen, véase La suerte está echada, peliculón argentino).
La idea primigenia: crear un espacio, un escenario donde ensayar un ensayo permanente, algo que nunca va a conocer una representación final... porque, de eso se trata no!? así es la vida cumpai! -me autoespeto y universalizo-. Todo esto cosecha una sensación ambivalente, bipolar, porque nunca terminás... porque nunca vas a poder hacer la soñada representación final y escuchar el mucha merd y esas cábalas baratas pero excitantes! y esto te provoca un escozor mudo... tanto quilombo para qué?, es que brota el utilitarista que todos llevamos dentro. Pero a la vez, a la vez resulta sumamente movilizante. No te quedás quieto, falta envido al sosiego!, no dejás de explorar como aconsejara un compadre muy amigo, el rojo manuel. Es que endesta forma nunca vas a dejar de moverte, de ensayar.

Y así, la idea aquí es comenzar a disfrutar del camino. El a dónde no lo sabemos, bah, yo aún no lo sé. Hay pistas, pero se ven muy pixeladas. Tal vez por eso el sentido común y la lógica han socorrido así, de esta manera y disfrazadas con estas palabras. En términos artísticos la idea vendría a ser: disfrutar del proceso creativo ya no tanto la preocupación por el resultado obtenido. Y así y aquí ya hemos comenzado a ensayar, probablemente estas palabras (y todas las que encuentres abigarradas en este bló) no tengan pie ni cabezota, pero allá vamos eh!, con las pocas ideas que se afirman en alguna rugosidad lobular de tin-marín-de-don-pin-hué.